viernes, 21 de octubre de 2011

FEEL OR DIE


SENTIR O MORIR

Se han escrito y debatido muchas teorías sobre la numerología y en particular sobre el conjunto de los mismos que hacen referencia al equilibrio, la perfección, superstición, la buena y la mala suerte. Desde la vinculación religiosa hasta su connotación astral sin olvidarnos la espiritual, el mundo sabe y reconoce al 666 como el número de la bestia, el anticristo; el 7 se dice es de Dios ya que según la Biblia es el número completo por su asociación con los días de la semana, las notas musicales, los colores del prisma.

7 son las artes y las maravillas del mundo. Los hindúes reconocen 7 ramas del saber y son 7 los pecados capitales. El 1 "El yo"; la persona que existe como ser perfecto, no abstracto, viviente y consciente. Así el 8 es el símbolo de lo infinito, el 9 lo excelso y el 0 el Universo que se transforma, estos entre otros sólo por nombrar algunos. En lo particular siempre consideré al número 3 como el número ideal. 3 Personas puede mantener una discusión con diferentes opiniones y sacar lo mejor de cada una de ellas sin ser un condicionante ponerse de acuerdo, 3 son las patas que se necesitan como mínimo para sostener una mesa en pié y 3 creía que era el mínimo de instrumentos musicales para decir “somos un grupo”, guitarra, batería y bajo; o bajo, piano, batería; o bajo, trompeta y batería; o cualquier variante que pueda tocar rock.

Esta formación primitiva de la estructura del rock, puede variar, pero nunca faltar uno de ellos, y digo esto porque dejándonos guiar por la numerología en la música, el conjunto de 3 en la composición musical es conocido como el tritono o la nota del diablo como la define Tommy Iommi para el Documental "A Headbanger’s Journey". Esta nota es una herramienta indispensable para componer una melodía con todo el power que puede movilizar la sangre que corre por las venas de cualquier rockero. Y acá es donde volvemos a vincular la música con la religión y si se quiere el escepticismo. Guido d’Arezzo fue un monje, teórico musical y figura central de la música de la Edad Media. Lo menos conocido de su trabajo o como para saber quien carajo fue, debemos ir a la gran reforma de la notación musical, que guardó una información que la iglesia consideró que debía ocultarse, cuando no. Un acorde que generaba tal disonancia que perturbaba el oído y los sentidos del oyente, cuya naturaleza se suponía que movía el pensamiento hacia lo impuro y por tanto debía de ser obra del mismísimo Satanás. El tritono, el acorde que cada vez que se ejecutaba se decía que lo hacía el mismísimo Satanás para penetrar en los hombres por medio de la música, así es que recibió el nombre de “diabolus in musica” o “mi contra fa” y su interpretación fue duramente castigada.

Durante toda la Edad Media la armonía no dispuso de los 7 acordes de las 7 notas, sino de 6. El 7º acorde, el poseedor del tritono maldito, el llamado Locrio por los antiguos griegos, fue sepultado y olvidado.

Tiempo después y tras varios intentos, el romanticismo rescata esta forma de componer a través de Vivaldi, Wagner, Bach, Beethoven y Paganini que se valían de esta nota para crear estructuras musicales que generaban atmósferas para trasladar a los oyentes a diferentes estados de ánimo. Genios!

En la música moderna, uno de los géneros donde más se encuentra el tritono y donde menos se advierte su oscuro pasado es en el jazz. Como música de permanente contraste entre tensión y relajación, el tritono es una herramienta fundamental que se usa con gran frecuencia. El blues, siempre en íntimo contacto con el jazz, ha sido otro gran refugio para el tritono, como género ajeno a las prohibiciones y cercano a la oscuridad y al sufrimiento. Pero donde sin duda el tritono alcanza su máximo esplendor es en el heavy metal.

Ahora que nos hemos ido bien al carajo para tratar de explicar algo que solo se puede SENTIR, se estarán preguntando que tiene que ver todo esto con la banda que les voy a presentar, y yo les digo TODO. Tiene que ver… todo, porque nuestro 3 quizás pueda ser un perfecto 2. Pocas son las veces que tenemos la capacidad de sorprendernos y más aún dejarnos sorprender, porque a la velocidad que corre el mundo, la capacidad de asombro ha disminuido por la cantidad de información que consumimos en poco tiempo.

Ahora les digo, Feel Or Die… si, sentir o morir es una expresión extremista y quizá nos neguemos de buenas a primeras porque no nos gusta que nos impongan nada, porque se nos hace imposible creer que si no sentimos nos vamos a morir, pero es que si no sentimos ya estamos muertos en vida, y esta banda lo que mejor hace es no dejarnos morir. Suenan los primeros acordes y no podemos esperar a que suceda el próximo, y así nos atrapa hasta encontrarnos con la voz de Hugo que nos recibe con un potente grito estridente para ponernos de punta los pelos y activar nuestras ganas de patear bolsas de basura (bueno eso último a criterio del lector). Ya no podemos escapar, tenemos que seguir, y escuchamos a Martín golpear la batería de manera que nos lleva las palpitaciones a su ritmo… ya los odio, me han quitado y consumido tiempo de navegar en face, ver un video en youtube o de buscar información que es igual a la de hace 3min, pero es que ya no quiero dejar de escuchar y así paso al siguiente tema… y al siguiente, y cuando me doy cuenta, ya he escuchado 5 veces los mismos temas. Che! Pueden grabar algo más? Hay más? Cuando tocan?... que lo parió, vuelvo a odiarlos, pero estoy vivo de nuevo, ellos me hicieron sentir… hoy no voy a morir.

Feel Or Die
Hugo Gou: Guitarra y Voz
Martín Tourn: Batería


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