LO MISMO
Cualquier noche, tipo 22hs, yo desde el asiento trasero de nuestro Citroen 3CV gris con mi vieja al volante, mi hermano abre la puerta y dice -chau… nos vemos después; mi vieja con la manera que la caracterizó siempre, aconseja no volver muy tarde y nada más… nada más; yo miro a la gente que espera por mi hermano en el ya inexistente San Cayetano, que estaba a pocos metros del viejo Rubito por la Rivadavia. Si, estoy recordando te diría el final de los ’80 principio de los ’90 faltaba muy poco para sacar mi permiso de nocturnidad, pero todavía faltaba y en consecuencia hacia esto, acompañaba a todos de noche a donde podía para ver lo que luego iba a disfrutar casi como saboreándolo de antemano, como quien huele a 1 cuadra el pan recién horneado e imagina lo que será tenerlo en su boca.
Todos sentados en el piso, vestidos de negro, con borceguíes negros altos, algunos desacordonados a la vista, incluso algunos de sobretodo largo hasta los pies. En seguida me doy cuenta que mi hermano esta vestido igual, pero es que él se viste todos los días de la misma manera y para mí no es una novedad, lo que si hoy algo es diferente, algo no es igual, hoy se parecen todos al de la foto que pegó con cintas en la puerta del placar, ese que parece una mina con los pelos batidos y ojos delineados. Ahora entiendo, pero en realidad me hago el entendido porque yo solo sabía que me intrigaba y quería ser un entendido entre ellos.
No mucho tiempo después, caminaba por las calles sólo, compraba cigarrillos para toserlos uno por uno y sentía que me miraban para descifrar que decía mi remera o si realmente lo que colgaba de mi oreja era un aro; si, por fin pertenecía al otro lado de la vida, a ese costado que gritaba por primera vez, “…este soy yo y si no te gusta no mires, o mejor mira… que mirás, he?”. Eran tiempos jodidos, todo era nuevo, todo era raro y yo quería ser el más raro de todos.
Caminar era una obligación, más que un acto de rebeldía, ya que no tenía moto, mucho menos auto y pocas veces vi un heavy en bici, digo pocas porque en mi grupo de amigos siempre estuvo Mazzarelli que él si andaba en su bici de carrera a todos lados, hasta el día de hoy un ejemplo de que los Heavys también gozan de buena salud, o no les queda otra. Siempre pienso que por haber caminado tanto en aquellos años me evité muchas cosas, ya que siempre llegaba tarde a todos lados o no llegaba, pero aquel día no podía llegar tarde, se decía que era la última vez que los veríamos en vivo y para mi iba a ser la primera.
El escenario estaba cruzado sobre la esquina de Rivadavia y Buenos Aires, había bastante gente con lo cual nos hacía preguntar aún más, que carajo hacen acá si esto no es para ustedes. Era algo del SIDA o HIV o algo, si algo… bueno che, a qué hora tocan? Están seguro que tocan?. Por aquel entonces los recitales o festivales de Rock no eran frecuentes, es más, no había.
Nada, subieron como lo que eran, gente que iba a tocar su música sin importarles un carajo el público, eso era actitud; algunos los conocían y otros no… bah, en realidad todos sabíamos quienes eran pero preferíamos hacernos los desentendidos, todavía me pregunto porque. Calculo que aquellos borceguíes y sobretodos habían quedado en un lugar abandonados por la exigencia de los modestos º35 que hacían aquella noche… así que bueno, están perdonados. En medio de lo que tocaban uno de ellos en particular comienza a tirarnos con preservativos y nos dice… tomen forros, úsenlos! Después de eso nada, se me borró le disco… seguramente terminamos de escucharlos y fuimos al banco de la plaza a comentar alguna boludez y por supuesto lo pelotudo que había sido este tipo en llamarnos forros.
2am entre Buenos Aires y Urquiza. Si, es jueves y mañana tengo que levantarme a laburar. Por esas cosas del no se que ando caminando e inevitablemente miro una puerta que no se abre, la cual miro con nostalgia y espero desde hace 14 años me deje entrar a esta hora. Hoy solo se abre en horario comercial para vender comidas por kilo y no reniego de eso, ya que cada vez que entro para comprar una docenita de empanadas, casi como un fetiche miro las paredes. Y no es que lo haga porque los colores me relajan, no, yo sé que bajo esa pintura hay imágenes del rock que nos acompañaron toda las noches testigos de no sé cuantas cervezas, amigos, anécdotas, música, amores y discusiones. Cuando la MTv era un canal de música y no de series estúpidas como hoy, parte de su programación contenía a Headbangers, conducido por el chileno Alfredo Lewin. Programa que veíamos siempre, el cual una noche de miles durante la transmisión, Alfredo nos advierte que prestemos atención a una banda Argentina que se las trae, inmediatamente entre las primeras tomas logramos divisar una cara conocida, claro ya sé, en la noche todos los gatos son pardo y en los 90 los pelos largos con camisa leñadora también, pero realmente lo conocemos, pasa que hace mucho que no lo vemos y no podemos asegurar siquiera donde está y menos si está haciendo música. Pasó todo el tema al cual no le prestamos atención porque la discusión por primera vez no pasaba por si el guitarrista era bueno, sino que, el que habíamos visto era el “Mormón” o no.
Viernes, me levanto como casi todos los días a trabajar, con más o menos fiaca. Abro los mails, conecto facebook, veo la tarea para hoy y me dan ganas de escuchar algo que anoche giraba casi como una protesta en mi cabeza. Entre mi música busco algo que acompañe la nostalgia que siento. Si, algo que recientemente pude recuperar gracias al pasa manos que hay entre los que nos gusta lo complicado, lo inalcanzable, lo perdido pero que en algún lado está, solo que hay que buscarlo y ser paciente… suena No Obstante
Hace unos meses un amigo me hizo escuchar un tema electronic-disco-house-indie- y que se yo, mi desentendimiento e ignorancia me dice que es punchi, punchi. Él me pregunta: “…a que no sabés quién me mandó esto?”. No sé, el Mormón Juárez, digo yo. Si, a vos también te lo mandó?. No, se me ocurrió decirte eso y todavía no sé porque.
No solo fue la casualidad del momento que nos sorprendió a los dos, sino que inmediatamente se me vino a la cabeza todo lo que recordaba relacionado con él, Citroen 3CV, San Cayetano, borceguíes, sobretodos, delineadores de ojo, caminar, cigarrillos, tos, forros, bar, cerveza, headbangers, noche… noche… noche, música.
Si, es todo muy abstracto, pero es que si me logro contactar con él quizá pueda terminar el rompecabezas que inicié hace mucho en el asiento trasero de aquel 3CV gris.
Como la práctica en facebook indica, lo busco en los contactos de mi amigo y lo encuentro, inmediatamente pido ser uno de sus contactos y me acepta… ya estoy más cerca. El año pasado con la excusa de mostrar material de No Obstante escribí algo para justificar la publicación, pero ahora estoy en contacto con el que me falta, o por lo menos con el que yo había querido dar desde hace mucho. Casi infantil y tímidamente levanto una ventana del chat y le escribo la palabra más gastada del chat cuando uno no conoce a la otra persona… HOLA. Siempre esperamos que te respondan de igual manera e incluso que no te respondan, para lo cual ya estaba preparado: pero no fue así, él respondió “…gracias por lo que escribiste y los temas que colgaste en el blogg, me resulta increíble que todavía se acuerden de nosotros cuando tocábamos.” A lo que interiormente pensé y no lo dije… Bienvenido! Esperaba que me aceptaras; tengo muchas cosas para preguntar.
Luego de algunas idas y vueltas como para no quedar como un asechador serial, él me pregunta si había escuchado algo de su banda de los ’90 que tenía en Buenos Aires; mazazo a la cabeza! Quizás por fin pueda saber si es verdad, y si tiene alguna migaja de aquella música que no escuché por discutir si era él o no; tengo que ser cauteloso ya que no sé cómo reaccionará si le pido desesperadamente que me entregue el material, las ventajas de las redes sociales, uno puede disimular la ansiedad. No hizo falta pedirlo, él solo me lo ofrece con total generosidad y me pasa una dirección para escuchar un tema… placer, los sonidos de los ’90 vuelven a mí, me dan ganas de escuchar Soundgarden, Alice In Chains, SilverChair, Blind Melon… pero en realidad todo eso lo tengo condensado en un solo tema que no puedo dejar de escuchar. Me animo y le pregunto si tiene algo más, como se llama la banda, quienes eran sus integrantes y fundamentalmente si el del video era él.
Si, hay más, y me pide paciencia para buscar el material y subirlo, el resto, es una fluida y amable conversación de dos personas que vivieron en diferentes épocas en el mismo lugar, las cuales se cuentan cosas de otros tiempos que les trae paz a la nostalgia que siente cada uno desde su lugar en el mundo… gracias! Puede que este relato muestre a un desesperado, a un esquizofrénico o también a un ser carente de ídolos o referentes espirituales, dejenmé decirles que prefiero los ídolos de carne y hueso que sin saber tocaron en algún momento con su existencia mi pasar por la vida. A todos ellos, gracias.
Miembros: Mario y Flavio Tigavi en guitarras y arreglos, Rodolfo Juárez en voz y poesía, Dorian Joseph en batería y percusión, y Fernando Iglesias en bajo y arreglos.
La banda fue el resultado de otra que tuvo Rodolfo con el bajista que luego fue de “Lo Mismo”, Fernando Iglesias (la banda se llamaba Double R). Recuerda que el nombre 'Lo Mismo' era algo que tenía ganas de usar desde el día que llegó a Bs.As., luego conoció a los hermanos Tigani (Mario y Flavio) y después de varias audiciones consiguieron un batero que venía de una banda de jazz, pero tenía una remera de Tool; así que lo probaron y ahí quedo la banda con Dorian Joseph en batería.
El estilo evocaba un sonido progresive post-grunge y en muchos casos simplemente experimental con influencias de muchos géneros.
La banda llega a editar un E.P. ("Not even the skin"), y logran algunas excelentes apariciones en vivo, más un video que fue bien recibido en MTV. Quizá la banda hubiese logrado su pico más alto teloneando a SoundGarden en en Estadio de Obras, oportunidad que no se dío.
Luego de una interesante difusión en algunas estaciones de radio alrededor del mundo, la banda se separa y Rodolfo parte al sur de los Estados unidos, lugar donde reside desde hace varios años y lleva adelante diferentes proyectos musicales y espirituales entre otras cosas.
Actualmente sus compañeros de LO MISMO, viven desperdigados por el mundo, Dorian en New York City, Mario y Flavio viven en Milán, Italia y Fernando es el único que sigue en Buenos Aires, cada uno de ellos continúa su carrera musical, guardando un afectuoso recuerdo de su colaboración en este proyecto.
Del video nada se sabe y no lo he podido encontrar… todavía. No descarto que alguien lo pueda tener, o esté en algún bit de algún disco duro guardado en la alacena de alguna habitación de algún edificio de la que era en algún momento la añorada MTv de los ’90, si es así… voy por él. Y del EP editado, Rodolfo estima que alguno en Baires debe tener una copia. Por el momento disfrutemos de 3 temas, y después me decís si te da lo mismo tener todo el EP o no, yo por lo pronto me quedo escuchando lo mismo, de LO MISMO, una y otra vez.
Pero es que ya es sabido que todos sabemos de todos, y creemos que estamos capacitados para opinar todo, sobre todos. Casi como un acto reflejo cada vez que lo mencionas aparece alguien que lo conoce o tiene algo para decir de él, carajo es que todo el mundo sabe quien es o lo conoce?. Yo no, no lo conozco, no se quien es y por más que quiera y haga muchos esfuerzos para tratar de acordarme de su cara o de su voz no pasa nada porque simplemente no lo conocí en persona, sino que a través de otras personas
Cualquier noche, tipo 22hs, yo desde el asiento trasero de nuestro Citroen 3CV gris con mi vieja al volante, mi hermano abre la puerta y dice -chau… nos vemos después; mi vieja con la manera que la caracterizó siempre, aconseja no volver muy tarde y nada más… nada más; yo miro a la gente que espera por mi hermano en el ya inexistente San Cayetano, que estaba a pocos metros del viejo Rubito por la Rivadavia. Si, estoy recordando te diría el final de los ’80 principio de los ’90 faltaba muy poco para sacar mi permiso de nocturnidad, pero todavía faltaba y en consecuencia hacia esto, acompañaba a todos de noche a donde podía para ver lo que luego iba a disfrutar casi como saboreándolo de antemano, como quien huele a 1 cuadra el pan recién horneado e imagina lo que será tenerlo en su boca.
Todos sentados en el piso, vestidos de negro, con borceguíes negros altos, algunos desacordonados a la vista, incluso algunos de sobretodo largo hasta los pies. En seguida me doy cuenta que mi hermano esta vestido igual, pero es que él se viste todos los días de la misma manera y para mí no es una novedad, lo que si hoy algo es diferente, algo no es igual, hoy se parecen todos al de la foto que pegó con cintas en la puerta del placar, ese que parece una mina con los pelos batidos y ojos delineados. Ahora entiendo, pero en realidad me hago el entendido porque yo solo sabía que me intrigaba y quería ser un entendido entre ellos.
No mucho tiempo después, caminaba por las calles sólo, compraba cigarrillos para toserlos uno por uno y sentía que me miraban para descifrar que decía mi remera o si realmente lo que colgaba de mi oreja era un aro; si, por fin pertenecía al otro lado de la vida, a ese costado que gritaba por primera vez, “…este soy yo y si no te gusta no mires, o mejor mira… que mirás, he?”. Eran tiempos jodidos, todo era nuevo, todo era raro y yo quería ser el más raro de todos.
Caminar era una obligación, más que un acto de rebeldía, ya que no tenía moto, mucho menos auto y pocas veces vi un heavy en bici, digo pocas porque en mi grupo de amigos siempre estuvo Mazzarelli que él si andaba en su bici de carrera a todos lados, hasta el día de hoy un ejemplo de que los Heavys también gozan de buena salud, o no les queda otra. Siempre pienso que por haber caminado tanto en aquellos años me evité muchas cosas, ya que siempre llegaba tarde a todos lados o no llegaba, pero aquel día no podía llegar tarde, se decía que era la última vez que los veríamos en vivo y para mi iba a ser la primera.
El escenario estaba cruzado sobre la esquina de Rivadavia y Buenos Aires, había bastante gente con lo cual nos hacía preguntar aún más, que carajo hacen acá si esto no es para ustedes. Era algo del SIDA o HIV o algo, si algo… bueno che, a qué hora tocan? Están seguro que tocan?. Por aquel entonces los recitales o festivales de Rock no eran frecuentes, es más, no había.
Nada, subieron como lo que eran, gente que iba a tocar su música sin importarles un carajo el público, eso era actitud; algunos los conocían y otros no… bah, en realidad todos sabíamos quienes eran pero preferíamos hacernos los desentendidos, todavía me pregunto porque. Calculo que aquellos borceguíes y sobretodos habían quedado en un lugar abandonados por la exigencia de los modestos º35 que hacían aquella noche… así que bueno, están perdonados. En medio de lo que tocaban uno de ellos en particular comienza a tirarnos con preservativos y nos dice… tomen forros, úsenlos! Después de eso nada, se me borró le disco… seguramente terminamos de escucharlos y fuimos al banco de la plaza a comentar alguna boludez y por supuesto lo pelotudo que había sido este tipo en llamarnos forros.
2am entre Buenos Aires y Urquiza. Si, es jueves y mañana tengo que levantarme a laburar. Por esas cosas del no se que ando caminando e inevitablemente miro una puerta que no se abre, la cual miro con nostalgia y espero desde hace 14 años me deje entrar a esta hora. Hoy solo se abre en horario comercial para vender comidas por kilo y no reniego de eso, ya que cada vez que entro para comprar una docenita de empanadas, casi como un fetiche miro las paredes. Y no es que lo haga porque los colores me relajan, no, yo sé que bajo esa pintura hay imágenes del rock que nos acompañaron toda las noches testigos de no sé cuantas cervezas, amigos, anécdotas, música, amores y discusiones. Cuando la MTv era un canal de música y no de series estúpidas como hoy, parte de su programación contenía a Headbangers, conducido por el chileno Alfredo Lewin. Programa que veíamos siempre, el cual una noche de miles durante la transmisión, Alfredo nos advierte que prestemos atención a una banda Argentina que se las trae, inmediatamente entre las primeras tomas logramos divisar una cara conocida, claro ya sé, en la noche todos los gatos son pardo y en los 90 los pelos largos con camisa leñadora también, pero realmente lo conocemos, pasa que hace mucho que no lo vemos y no podemos asegurar siquiera donde está y menos si está haciendo música. Pasó todo el tema al cual no le prestamos atención porque la discusión por primera vez no pasaba por si el guitarrista era bueno, sino que, el que habíamos visto era el “Mormón” o no.
FOTO ROBADA DE SU FACE
Viernes, me levanto como casi todos los días a trabajar, con más o menos fiaca. Abro los mails, conecto facebook, veo la tarea para hoy y me dan ganas de escuchar algo que anoche giraba casi como una protesta en mi cabeza. Entre mi música busco algo que acompañe la nostalgia que siento. Si, algo que recientemente pude recuperar gracias al pasa manos que hay entre los que nos gusta lo complicado, lo inalcanzable, lo perdido pero que en algún lado está, solo que hay que buscarlo y ser paciente… suena No Obstante
Hace unos meses un amigo me hizo escuchar un tema electronic-disco-house-indie- y que se yo, mi desentendimiento e ignorancia me dice que es punchi, punchi. Él me pregunta: “…a que no sabés quién me mandó esto?”. No sé, el Mormón Juárez, digo yo. Si, a vos también te lo mandó?. No, se me ocurrió decirte eso y todavía no sé porque.
No solo fue la casualidad del momento que nos sorprendió a los dos, sino que inmediatamente se me vino a la cabeza todo lo que recordaba relacionado con él, Citroen 3CV, San Cayetano, borceguíes, sobretodos, delineadores de ojo, caminar, cigarrillos, tos, forros, bar, cerveza, headbangers, noche… noche… noche, música.
Si, es todo muy abstracto, pero es que si me logro contactar con él quizá pueda terminar el rompecabezas que inicié hace mucho en el asiento trasero de aquel 3CV gris.
Como la práctica en facebook indica, lo busco en los contactos de mi amigo y lo encuentro, inmediatamente pido ser uno de sus contactos y me acepta… ya estoy más cerca. El año pasado con la excusa de mostrar material de No Obstante escribí algo para justificar la publicación, pero ahora estoy en contacto con el que me falta, o por lo menos con el que yo había querido dar desde hace mucho. Casi infantil y tímidamente levanto una ventana del chat y le escribo la palabra más gastada del chat cuando uno no conoce a la otra persona… HOLA. Siempre esperamos que te respondan de igual manera e incluso que no te respondan, para lo cual ya estaba preparado: pero no fue así, él respondió “…gracias por lo que escribiste y los temas que colgaste en el blogg, me resulta increíble que todavía se acuerden de nosotros cuando tocábamos.” A lo que interiormente pensé y no lo dije… Bienvenido! Esperaba que me aceptaras; tengo muchas cosas para preguntar.
Luego de algunas idas y vueltas como para no quedar como un asechador serial, él me pregunta si había escuchado algo de su banda de los ’90 que tenía en Buenos Aires; mazazo a la cabeza! Quizás por fin pueda saber si es verdad, y si tiene alguna migaja de aquella música que no escuché por discutir si era él o no; tengo que ser cauteloso ya que no sé cómo reaccionará si le pido desesperadamente que me entregue el material, las ventajas de las redes sociales, uno puede disimular la ansiedad. No hizo falta pedirlo, él solo me lo ofrece con total generosidad y me pasa una dirección para escuchar un tema… placer, los sonidos de los ’90 vuelven a mí, me dan ganas de escuchar Soundgarden, Alice In Chains, SilverChair, Blind Melon… pero en realidad todo eso lo tengo condensado en un solo tema que no puedo dejar de escuchar. Me animo y le pregunto si tiene algo más, como se llama la banda, quienes eran sus integrantes y fundamentalmente si el del video era él.
Si, hay más, y me pide paciencia para buscar el material y subirlo, el resto, es una fluida y amable conversación de dos personas que vivieron en diferentes épocas en el mismo lugar, las cuales se cuentan cosas de otros tiempos que les trae paz a la nostalgia que siente cada uno desde su lugar en el mundo… gracias! Puede que este relato muestre a un desesperado, a un esquizofrénico o también a un ser carente de ídolos o referentes espirituales, dejenmé decirles que prefiero los ídolos de carne y hueso que sin saber tocaron en algún momento con su existencia mi pasar por la vida. A todos ellos, gracias.
AHORA SI: LO MISMO
Indie rock, Buenos Aires, Argentina, mediados de los 90's.
Miembros: Mario y Flavio Tigavi en guitarras y arreglos, Rodolfo Juárez en voz y poesía, Dorian Joseph en batería y percusión, y Fernando Iglesias en bajo y arreglos.
La banda fue el resultado de otra que tuvo Rodolfo con el bajista que luego fue de “Lo Mismo”, Fernando Iglesias (la banda se llamaba Double R). Recuerda que el nombre 'Lo Mismo' era algo que tenía ganas de usar desde el día que llegó a Bs.As., luego conoció a los hermanos Tigani (Mario y Flavio) y después de varias audiciones consiguieron un batero que venía de una banda de jazz, pero tenía una remera de Tool; así que lo probaron y ahí quedo la banda con Dorian Joseph en batería.
El estilo evocaba un sonido progresive post-grunge y en muchos casos simplemente experimental con influencias de muchos géneros.
La banda llega a editar un E.P. ("Not even the skin"), y logran algunas excelentes apariciones en vivo, más un video que fue bien recibido en MTV. Quizá la banda hubiese logrado su pico más alto teloneando a SoundGarden en en Estadio de Obras, oportunidad que no se dío.
Luego de una interesante difusión en algunas estaciones de radio alrededor del mundo, la banda se separa y Rodolfo parte al sur de los Estados unidos, lugar donde reside desde hace varios años y lleva adelante diferentes proyectos musicales y espirituales entre otras cosas.
Actualmente sus compañeros de LO MISMO, viven desperdigados por el mundo, Dorian en New York City, Mario y Flavio viven en Milán, Italia y Fernando es el único que sigue en Buenos Aires, cada uno de ellos continúa su carrera musical, guardando un afectuoso recuerdo de su colaboración en este proyecto.
Del video nada se sabe y no lo he podido encontrar… todavía. No descarto que alguien lo pueda tener, o esté en algún bit de algún disco duro guardado en la alacena de alguna habitación de algún edificio de la que era en algún momento la añorada MTv de los ’90, si es así… voy por él. Y del EP editado, Rodolfo estima que alguno en Baires debe tener una copia. Por el momento disfrutemos de 3 temas, y después me decís si te da lo mismo tener todo el EP o no, yo por lo pronto me quedo escuchando lo mismo, de LO MISMO, una y otra vez.
Escuchá material personal de Rodolfo Juarez en
http://soundcloud.com/rodolfojuarez
Qué bien que escribís, chango!! hoy recién me pude sentar con tiempo a disfrutarlo, a mí también se me piantó un lagrimón a pesar de no conocer parte de la historia, felicitaciones!
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